Hay un exótico platillo llamado nopales rellenos: grandes nopales se ahuecan para servir de recipiente, en el cual se introducen nopales tiernos picados con diversos condimentos, todo ello destinado a cocerse en las brasas. También hacen caldillo de machaca de res, almejas asadas, chiles rellenos de pescado, albóndigas de los mismos animales, mochomos a base de carne de cerdo deshebrada y guacamole, y en materia de dulces destacan, entre muchos, los bollitos de plátano, postre de papaya, torlitos de maíz con piloncillo y chimangos, a base de harinas de trigo y de maíz.
En Guerrero Negro a veces se consigue abulón fresco y se puede comer en filetes empanizados, al mojo de ajo o en coctel.
En La Paz hay unos famosos puestos en la vía pública que venden exquisitos tacos de mariscos, previamente capeados y fritos. Los hay de pescado, camarón, ostión, almeja, pulpo y hasta de langosta. La gran variedad de salsas disponibles es parte del atractivo. Dejemos en la boca poética de Armando Trasviña Taylor esta receta de tamal sudcaliforniano:
Nace el tamal amarrado
de una olla bien caliente,
para el frijol custodiado
por un champurrado ardiente.
En su refugio de masa
el tamal de hojas empaca
aceituna, papa y pasa,
pescuezo o pecho de vaca […]